Milodón
A comienzos de 1895 el colono alemán Hermann Eberhard junto a algunos acompañantes, visitaron una enorme gruta que se abre en la ladera occidental del cerro Benítez en la provincia de Última Esperanza, encontrando semienterrado un trozo de piel seca, el que una vez desenterrado descubrieron que era un gran pedazo de cuero que pertenecía a algún animal que ellos nunca habían visto, estaba cubierto con pelos largos y tenía incrustados huesecillos en la parte correspondiente a la espina dorsal, las medidas aproximadas del cuero eran de 1,50 metros de largo por 80 a 90 centímetros de ancho. Este trozo de cuero fue llevado hasta Puerto Consuelo, donde estaban las casas de la estancia, permaneciendo allí.
El Milodón pertenece al mismo grupo que los armadillos, los osos hormigueros y los perezosos actuales, era bípedo se calcula que medía aproximadamente dos metros y medio, y pesaba unas 3 toneladas. Su piel era extremadamente dura, compuesta por diminutos huesos y muy tupida, lo cual la hacía muy resistente a los ataques de otros animales. Su dieta era herbívora.
